Un salto de calidad 

Existen diferentes formas de enfocar el trabajo que también están relacionadas con la época personal que atraviesa el trabajador. Por diferentes circunstancias, a veces apetece trabajar más que otras. Y es hasta cierto punto normal. Yo soy de la opinión de que, pase lo que pase “fuera”, siempre hay que intentar hacer el trabajo lo mejor posible, aprovechando esas épocas en las que el cuerpo “te pide” trabajar más, para aguantar en esas otras épocas en las que uno trabaja menos.

Como estoy en una época en la que he podido trabajar más consideré que había llegado el momento de dar un salto de calidad y comenté con mis jefes la posibilidad de mejorar el trabajo. Hasta ahora ellos me pedían artículos de viajes y turismo sin necesidad de ir al destino. Es decir, escribir un artículo sobre Descubre Baiona sin que fuera imprescindible que me desplazara a esta villa. Por supuesto, de esta manera es todo mucho más económico, pero también menos interesante para el lector.

Lo que yo propuse era algo que siempre había estado ahí: que yo pudiera, en algunos casos, desplazarme al destino tomando fotografías, si fuera posible y de esta manera hacer reportajes específicos acudiendo a fuentes de primera mano, sin necesidad de tomar información de otros. Por ejemplo, en el caso de Descubre Baiona se trataría de acudir a este lugar y visitarlo, aunque fuera en un solo día, tomando fotos de los lugares más representativos, pero también de otros no tan típicos para dar un matiz singular al artículo. Porque en cualquier lugar se pueden “descubrir” nuevos atractivos, no siempre hablar de exactamente lo mismo. Y en eso radica la renovación también del turismo como una nueva forma de viajar. 

De todo esto hablé con mis jefes en relación a lo que se podía hacer en el futuro. Lo hago conscientemente porque sé que este salto de calidad no quiere decir que sea positivo para mí, porque en ocasiones trabajar más y mejor no supone mejorar las condiciones, pero se trata de una inversión para cuando llegue el momento de trabajar menos y tal vez un poco peor, porque no se puede mantener el listón alto eternamente.

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