Casi un millón de personas al año se animan a descubrir la ciudad de Vigo, la más turística de la comunidad de Galicia, sede de numerosos destinos de interés histórico, cultural y natural. Una de las grandes atracciones de la capital provincial es Casco Vello, donde se pueden explorar los vestigios más antiguos de una urbe rebosante de historia. Sus calles y plazas empedradas conducen a monumentos tan insignes como la concatedral de Santa María, la Plaza de la Constitución, la Taberna Baiuca o la Porta do Sol.

 

Otra de las actividades que hacer en Vigo es disfrutar de un día de shopping en el Mercado de A Pedra. Situado en la plaza homónima de Rúa Teófilo Llorente, este mercado es un destino idóneo para hacerse con productos frescos de la mar. No sin razón, en esta plaza encuentra su sitio la icónica Calle de las Ostras.

 

Una parada obligada para los amantes de la cultura es el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO), una colección de obras de estilo vanguardista, perteneciente a la Red Española de Museos. Se inauguró en 2002 en un edificio proyectado en 1861 por el arquitecto José Mª Ortiz, que constituye en sí mismo un interesante atractivo para el público visitante.

 

El turismo de sol y playa también ocupa un lugar destacado en Vigo. Son famosas las playas de Figueras, A Punta, Rodas y Os Muiños de Fortiñón, entre otros muchos arenales que jalonan el litoral gallego. En al menos diez playas viguesas ondea la Bandera Azul, en prueba de la calidad de cualquiera de sus joyas de arena blanca, algunas de las cuales figuran entre las mejores del mundo.

 

Los entusiastas de la naturaleza no sabrán decir que no a las excursiones al Monte O Castro. Este parque abarca nada menos que 21 hectáreas de extensión y alberga en su interior una serie de ruinas castrenses del siglo III a.C.