Para los antiguos romanos era la ‘Isla de los Dioses’, y para el turismo contemporáneo es sinónimo de playas, miradores y paisajes de singular atractivo. Las islas Cíes son un archipiélago vigués que atrae cada año a cientos de miles de viajeros nacionales y extranjeros. Pero quienes desean descubrir las islas de San Martín, Del Medio y Monteagudo —que configuran las Cíes— afrontan una serie de dificultades inesperadas.

 

En primer lugar, el aforo está limitado a 1.800 visitantes, además de un máximo de 150 barcos y 600 usuarios de camping. Esta restricción ayuda a entender por qué la reserva de billetes en la naviera mar de ons y otras compañías debe realizarse con suficiente antelación.

 

Los requisitos legales son, en sí mismos, un fuerte obstáculo para los viajeros noveles, desconocedores del papeleo que requiere formalizar una visita a las islas Cíes. Debido al estatus de protección de este destino (forma parte del Parque Nacional de las Islas Cíes), sus visitantes necesitan una autorización de la Xunta de Galicia.

 

Este permiso, a solicitar telemáticamente en la página web ‘autorizacionillasatlanticas.xunta.gal’, lleva aparejado el pago de una tasa de entrada y puede tramitarse con una antelación de tres meses. Adelantarse a la fecha del viaje es una necesidad durante la temporada alta y un acierto el resto del año, debido a la masificación turística de las Cíes.

 

Dado que este archipiélago gallego es accesible únicamente por mar, la compra de billetes en compañías navieras es un trámite obligado. Las salidas se realizan desde prácticamente todos los puertos —Vigo, Baiona, Portonovo, etcétera—, y aunque la oferta es amplia, se aconseja efectuar la reserva con varias semanas de antelación.

 

Aunque no sean requisitos legales, los viajeros deben considerar que las Cíes carecen de infraestructuras y servicios básicos, por lo que deberán equiparse con provisiones y alimentos para garantizar su bienestar y sustento mientras permanecen en las islas.