Decoración de terrazas: estos errores podrían arruinarla

La terraza debería ser un remanso de paz y de tranquilidad, un entorno donde relajarse después de una dura jornada de trabajo. Sin embargo, incluso los propietarios mejor intencionados pueden arruinarla con malas decisiones en materia decorativa; por ejemplo, subestimando la relevancia de la iluminación, utilizando vegetales en exceso o comprando una mesa y sillas terraza plegable inadecuadas.

 

Adornar la terraza con un número excesivo de plantas es una de las más comunes, pues esta decisión limitaría el espacio disponible, necesario para el bienestar y la comodidad. Las especies demasiado grandes pueden dificultar el tránsito y restringir las zonas destinadas al mobiliario. Cierto es que la presencia de plantas mejora el estado de ánimo y combate el estrés y la ansiedad, pero en lo referente a su cantidad, se recomienda guiarse por la máxima de «menos es más».

 

Desentenderse de la iluminación —sólo porque la terraza es un espacio abierto y goza de luz natural en horario diurno— es otro de los grandes errores. La noche es uno de los momentos en que más apetece disfrutar de la terraza, especialmente durante el verano. Renunciar a instalar focos, apliques de pared y otras soluciones disminuirá notablemente el disfrute en este entorno.

 

Qué decir de las telas y del confort que proporcionan en exteriores. Aunque pueda sorprender, una parte de los propietarios renuncia a utilizar textiles en la terraza por temor a que puedan ensuciarse o deteriorarse. Esta es una pésima decisión, además de un enfoque equivocado. El uso de lonas y cobertores permite salvaguardar la integridad de cojines y tapicerías de la intemperie, sin dejar de prestar un servicio indispensable al aire libre.

 

La decoración en terrazas es a menudo un ejercicio de ‘tetris’, problema que se hace evidente cuando se considera el mobiliario a utilizar. Es aconsejable emplear sillas, mesas, butacas, etcétera, específicas para resistir los cambios de temperatura, la acción de los rayos solares y otras amenazas del mundo exterior.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *