No daba crédito, encontré una fabrica especializada en estores en Tui, mi pueblo. Desde hace más de cien años, la misma familia ha trabajado aquí, ofreciendo a los clientes productos únicos y hechos a mano. Los clientes del pueblo venían para comprar los hermosos estores hechos por esta fábrica, y también para disfrutar del ambiente acogedor y amigable que ofrecía su propietario, David.

 

La fábrica se ha mantenido prácticamente igual desde hace mucho tiempo; al mismo tiempo, David siempre buscaba nuevas formas de mejorar la calidad de sus productos. Introdujo modernas máquinas de coser que hicieron posible producir estores de mayor calidad con menos esfuerzo humano. Modificó la decoración interior para que fuera más cómoda para los trabajadores y les permitió disfrutar mientras estaban produciendo.

 

David también fue el primero en implementar prácticas éticas en su empresa; al entender la importancia del medio ambiente, usaba materiales reciclados para fabricar los estores sin comprometer la funcionalidad ni la belleza. Esta reputación se extendió rápidamente entre los habitantes del pueblo y pronto fue conocida como un lugar donde podían encontrar excelentes productos a precios justos.

 

Los trabajadores estaban felices, pero el dueño era todavía más alegre; recordaba con cariño su infancia cuando jugaba dentro de este lugar junto con sus padres y abuelos antes de que estuviera lista para trabajar. Aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, David ahora es el orgulloso propietario de la fábrica de estores en Tui y sigue compartiendo este lugar mágico con otros.